lunes, 2 de enero de 2017

Florencio Molina Campos, por Graciela Varela

     



Florencio Molina Campos fue un dibujante y pintor argentino, conocido por sus típicos dibujos costumbristas de la pampa de su país.
Nació el 21 de agosto de 1891, en Buenos Aires y falleció el 16 de noviembre de 1959


Su primera exposición, en 1926, fue en la Sociedad Rural ArgentinaMarcelo Torcuato de Alvear, presidente de la República Argentina de esa época, lo nombró profesor de arte del Colegio Nacional Nicolás Avellaneda después de presenciar la exposición.

En 1930 publicó en el diario La Razón la serie Picapiedras criollos. El 14 de marzo de 1930, Alpargatas S. A. acepta la confección del almanaque del año 1931, que consistió en doce obras gauchescas ejecutadas al gouache con una visión idealizada y costumbrista, las cuales tienen difusión a nivel internacional.

En el año 1937, tras obtener una beca de la Comisión Nacional de Cultura, viaja a Estados Unidos

En 1938 realiza una exposición en el English Book Shop de Nueva York.
Walt Disney y Florencio Molina Campos.
En 1942, y hasta mediados de los años cincuenta, es contratado como asesor técnico de los estudios de Walt Disney para colaborar el los rodajes de El gaucho voladorGoofy se hace gauchoSaludos, amigosEl gaucho reidor y Los tres amigos. Colaboró en la realización de la película animada Bambi, de 1942, donde se distingue el estilo de los animales y los árboles, que reproduce la vida silvestre de la isla Victoria, en el lago Nahuel Huapi, ubicado en la Patagonia Argentina.
En 1946 edita Vida gaucha, libro de texto para estudiantes de español en Estados Unidos.


En 1950 ganó el Premio Clarín, Medalla de Oro del V Salón de Dibujantes Argentinos.
En 1956 actuó en el cortometraje Pampa mansa, que fue presentado en el Festival de Berlín, donde estuvo presente.

Sus dibujos y pinturas rememoran, con un toque humorístico, típicas viñetas gauchescas. Es muy recordado por sus clásicos almanaques de la fábrica Alpargatas S. A. I. C., donde bajo la supervisión del ingeniero de planta, su gran amigo Luis Pastorino, llegaron a lograr las más atractivas imágenes de la época.


De aire entrañablemente caricaturesco y, a menudo, naíf —aunque con exageraciones y cromaturas que lo conectan también con un nada ingenuo expresionismo—, su dibujo, inspirado principalmente en el mundo gauchesco, refleja a un observador agudo de la realidad nacional; en tal sentido, aunque la estilística sea diferente, Molina Campos tiene puntos comunes en cuanto a temática con Pedro Figari.


En 1956 expuso en la galería Witcomb de Buenos Aires. Su última muestra tuvo carácter de homenaje póstumo, en 1959.

Este es nuestro pequeño aporte para el reconocimiento de los grandes artistas argentinos. 
  

Muchas gracias y Feliz 2017


Datos e imágenes extraídas de internet

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