sábado, 12 de febrero de 2011

A reirnos con Oscar


Estos chistes están dedicados con todo respeto y una "leve sensación de venganza", a todos aquellos profesionales odontólogos que a pesar de su buena onda, nos hacen temblar de temor.



Llega un paciente al dentista con molestia en una muela, es revisado de la misma y entonces le pregunta el paciente al dentista:
¿Voy a perder mi muela, doctor?
Y el dentista le contesta:
Eso no lo sé señor, yo se la voy a entregar en una bolsita, y si la pierde es problema suyo.



Una mujer y su esposo tuvieron que interrumpir sus vacaciones para acudir al dentista.
Necesito una extracción, pero sin anestesia porque llevo mucha prisa, anunció la dama.
Extraiga la muela lo más rápido posible para que podamos irnos pronto.
Muy impresionado el dentista exclamó:
¡Qué valiente es usted, señora! ¿Cuál es la pieza?
La mujer se volvió a su marido y le dijo:
Muéstrale la muela, cariño.



Un señor va al dentista pues tenía los dientes muy amarillos. Llega donde el dentista y le dice:
Doctor, tengo los dientes amarillos, ¿Qué me recomienda?
El doctor responde, corbata marrón.



Va un camionero al dentista todo asustado.
Doctor, me duele la muela.
A ver, abra la boca.
No, que tengo mucho miedo.
Mire, ¿Sabe qué haremos?, le doy esta botella de whisky, usted echa algún trago, y verá como se le pasa el miedo.
Al rato, el camionero ya ha dejado la botella totalmente vacía.
¡Qué! ¿Se siente más valiente ahora?
Si, pero a ver quién es el guapo que me toca ahora la muela.



¡Siempre es más placentero "arrancarle" una sonrisa a la gente que arrancarle una muela!

¡Hasta la próxima!

Imágenes extraídas de internet

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