lunes, 11 de enero de 2010

El cachetazo, un capítulo de la vida real

Al caer la tarde que deja las huellas de un domingo de trabajo, junto a mi mujer y mi pequeña hija de tan solo 3 añitos, bajamos del auto que nos transportaba y caminamos una cuadra por la estación de Gregorio De Laferrere (ciudad en la que vivimos), cuando Magalí empezó a pedir que le hiciéramos upa. Esto era prácticamente imposible ya que íbamos muy cargados con bolsos y un carrito en el cual llevábamos las cosas mas pesadas.Muy caprichosamente (es la palabra justa) comienza a llorar y repetir una y otra vez que quería que la alzáramos, no queriendo cesar en su afán de conseguir su cometido.

Cuando ya molestos por la situación ,(sumado al cansancio y lo horrible de trabajar un domingo, cuando ya uno piensa y como sigue esto, estoy podrido, quiero llegar a casa, irme a dormir y no escuchar mas a nadie, que vida de porquería encima aguantar esto, se me parte la cabeza), en ese preciso instante se escucha una suave voz que dice: "no llores mas hermosa, tomá, esto es para vos".

Casi como por arte de “magia", Magali paró su llanto y contenta con su regalo siguió camino a casa sin ningún tipo de problema mas.

Se preguntarán a que viene esto, ¿De quién era esa suave voz?¿Que le obsequió? Pues para mi asombro y el de mi mujer, era de un chiquito de la calle, todo sucio, de esos que muchas veces por la inseguridad en la cual vivimos, miramos con miedo a que nos haga algo y tal vez dejamos de lado sin darnos cuenta que son víctimas de la cruel realidad que nos toca padecer.

¿Que le dio? Dos Globos plateados, (seguramente de alguna fiesta de 15 o un casamiento celebrado en el salón que estaba a la vuelta), de los cuales, el chico me dijo cuando yo le agradecía ,”no”, si yo los iba a explotar seguro, a ella le van a servir mas, o algo por el estilo, tal vez las palabras no sean exactas pero el significado es el mismo. En ese momento sintiendo que me quebraba solo alcance a chistarle para que volviera y así retribuirle de alguna forma su gesto. Luego cada uno siguió su camino, nosotros a casa y él quien sabe, en busca de su destino. No pude decir una palabra por varias cuadras, traté de aguantar pero las lagrimas se hicieron de plomo y lograron escapar. Avergonzado (ya que no es mi costumbre dejarme ver emocionado,

estupidez tal vez, pero en fin no es parte de esta historia) me adelanté unos metros para que mi mujer y mi hija no me vieran. Y así respirando hondo y tragando saliva, pensaba en todo lo que me venia quejando y mirando al cielo dije: "Lindo cachetazo me diste"

No todo está perdido, el corazón de ese chico es mas grande que su pobreza, que su mala vida, que sus noches sin techo y sus días sin comida, y creo que yo recibí solo un cachetazo, pero allí afuera hay para todos, solo hay que abrir los ojos!!

Juro por Dios, en ese segundo en que a uno se le cruza todo por la cabeza, llegué a pensar que era un ángel. Y ¿Quién sabe? Tal vez lo sea.



El Marjes!!

(11-01-10)

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